lunes, 2 de noviembre de 2009

OCHO AÑOS

Esta noche
me trajo un bebé
de mejillas ardientes,
y en las horas de madrugada
que pasamos hablando,
una amiga.

Se le afilan los pómulos
y, dentro de poco,
sólo quedará
de mi trocito de carne,
su mirada
y esa voz dulce
de niña sabia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario