SELFISHNESS TEACHER

Los ojos
sujetan
mis mejillas
para que el cuello
no mire al suelo.

Mete la mano en su pecho
arrancando del corazón
una flecha
que me regala,
una hermosa rosa negra.

Una flor poco común
concéntrica
que puede acabar con todo
como una bomba de titanio.

El profesor de egoísmo
suspende su asignatura
dejándome su flecha
y una ballesta en la mano.

CUESTIÓN DE HERRAMIENTAS

Siguió sin parar de agitar las claras de huevo
con ritmo
y ganas y rabia y celos
durante mucho tiempo,
mucho más del necesario para montarlas.

Nunca entendió
que no obtuviera un buen merengue
habiendo comprado para elaborarlo
el mejor martillo del mundo.