viernes, 25 de septiembre de 2009

SIX ANS

Era más de media noche
cuando pasé por allí.
La calle Cuenca estaba poco iluminada
y sólo se oían nuestras voces.

Miré el grupo:
cuatro mujeres, cuatro madres.

Miré el otro lado de la calle:
dentro quizá aún estaría el rincón
donde los caracoles,
hace tantos años,
se reproducían.

Otros niños
los observarán todas las mañanas,
y se harán amigos.

Una risa
me hizo recordar
que aún
no me he ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario