Le pides que te mienta
para perdonarle
lo que no se debe,
ni puede,
ni es.
Y después de varias volteretas
laterales
hace una sobre la cama,
como si fuera una niña,
y el impulso la lanza al suelo.
Vuelve a caer de pie.
Como un gato de tres colores.
lunes, 5 de febrero de 2018
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