miércoles, 28 de junio de 2017

TITANIO

Una cafetería en pleno mes de noviembre
o diciembre
o puede que enero.
Situada en una esquina donde giran autobuses extranjeros. ¿En qué país?
También puede ver lluvia lamiendo lentamente el cristal que da a la calle.
La lluvia allí es un amante generoso.
Sin verla llegar, entra:
es más pequeña de lo que esperaba
y más blanca.
No dice nada, solo mira con ojos de madre de Bamby antes de morir.
Abrazarla, y quedar en esa cafetería para siempre.
Dejar de llorar y poder hablarle.
Sé todo lo que pasarás:
el monstruo,
las arañas,
estarás sola
podrás con ellas, y
después
un ejercito impensable de amantes,
lechos de pétalos
hechos con su piel y besos,
y la paradoja del amor que no tuviste,
como la serpiente que se retuerce y deja un traje de escamas
invisibles.
Incapaz de sentir todo ese océano
que se creó
por ti .
Los metales irrompibles, no tienen pupilas.
Hasta que mi abrazo te caliente lo suficiente.
Hasta que la sangre vuelva a tu piel
y transforme la materia inerte en carne.
Así sea.



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