Puede sentir la mirada
del ave
tras ella.
Sobre el hombro
escudriña:
¿guarda bien los calcetines?
¿pone demasiada sal?
¿tiene pelusa bajo la cama?
Desde el otro lado del huevo
imagina
unos ojos,
que sólo podrían ver
pinceladas de lo que un día
fue su criatura.
jueves, 28 de enero de 2010
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