viernes, 3 de junio de 2011

LA DURMIENTE

Hay dos peluches
apoyándose
sobre el teclado
negro.
Cada letra
es una aguja
que te pincha el dedo,
veintiocho ruecas
para tejer un vestido
de princesa
que estará listo
el día que cumpla
los cien años.

NO ME GUSTA ESCRIBIR POEMAS LARGOS

Los poemas largos son pendientes
que deberían ser collares
de cuentas transparentes
de hilo de pescar
como el que usaba mi padre
para cazar
en el agua
la presa
desarmada
un trocito de carne
gratis
a cambio de nada
(un beso en el cuello
morderte la oreja
comer tus palabras)